jueves, 19 de noviembre de 2009

Suspendo Mates, pero no veo ni mi examen.


La profesora de matemáticas es una persona joven, amable, cariñosa. Los alumnos y alumnas están contentos con su forma de impartir las clases. La única queja que tienen (su fama es conocida en el instituto) es que manda muchos ejercicios a diaro y que los exámenes son muy largos y no da tiempo a terminarlos.

Acaban de recibir la nota del segundo examen de la evaluación: siete aprobados, el resto suspensos. (Su análisis: "el examen era fácil, los alumnos se han confiado"). El problema que se nos presenta es que por costumbre no enseña los exámenes. Afortunadamente el curso tiene una tutora que se preocupa y ha atendido las quejas que le hemos dirigido algunos padres. A raíz de una reunión de equipo educativo, hoy por fin ha corregido el examen en la pizarra; pero hasta la presente ningún alumno ni alumna ha podido ver su control...Vamos a darle un voto de confianza, el prómimo día a lo mejor cada uno de los alumnos y alumnas tiene su prueba delante de los ojos para ver donde ha fallado.

Me parece increíble que los padres pasemos de recibir los exámenes de nuestros hijos e hijas para firmar en casa, a no ver que tipo de control realizan a lo largo del curso. ¿Qué miedo subyace detrás de esta postura ?¿Por qué tanta inseguridad por parte del enseñante?. ¿Estos profesores de instituto han pensado lo indefenso que están sus alumnos y alumnas?

Por mi parte, pienso que con 12 años un niño no está maduro para valorar donde ha cometido equivocaciones pero antes todo me parece que es una falta de consideración hacia el que aprende el no tener su trabajo presente a la hora de corregir sus errores. ¡Tanto como se habla de la pedagogía del error! Está visto, que muy pocos profesores la tienen en cuenta.

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