martes, 17 de noviembre de 2009

Recordando las normas, que mañana toca Plástica


1. Debo estar sentado en mi sitio, con el material preparado antes que llegue la profesora.
2. Es mi obligación traer todos los días el material necesario para trabajar la materia.
3. Debo permanecer durante la clase sentado en mi sitio, en silencio, atento a las explicaciones y trabajando las láminas.
4. Debo presentar las láminas al día fechado par su entrega, si me retraso me bajará la nota de la lámina
5. No puedo levantarme sin permiso, ni girarme durante la clase.
6. Mi mesa de trabajo y mi sitio deben permanecer limpios en todo momento.

¡Cuidado, Cuidado! que nos pasamos otra vez la hora copiando el tema que llevamos entre manos. El viernes toca teoría y ya van tres en este plan desde que empezó el curso hace dos meses.

No salgo de mi asombro pues la profesora es joven. Pertenece a una generación que sin lugar a duda, ha tenido que pasar por una academia para sacar sus oposiciones. Profesores con mucha experiencia le habrán hecho un seguimiento a sus unidades didácticas, le habrán resaltado el papel tan fundamental de la creatividad en su asignatura. Habrán insistido en el papel que tiene que jugar el profesor como motivador del grupo; pero todas esas enseñanzas se quedan en papel mojado una vez que se aprueba y se pisa el suelo de un aula.

Esta profesora ha retrocedido a una forma de impartir clase que ni ella mismo ha experimentado.¿Se pasará la tarde viendo "Curso del 63"?
Uno de los días en que un amiguito de mi hijo se quejaba le insinué: Es muy exigente la profesora ¿no hijo? Exigente no señora, ¡es mala! me decía en un tono compungido. Alumnos y alumnas más mayores del centro corroboran esta afirmación y añaden que es completamente arbitraria poniendo notas en un cuadernillo que los niños tienen que cumplimentar para final de curso.¡Para qué inventar más! Son dos días a la semana a rellenar: uno con cuadernillo y otro con teórica. ¡Qué manera de destrozar el Arte!

¡Para qué promover la experimentación! ¡Para qué estimular un diálogo con los alumnos y alumnas e intentar de este modo cambiar el enfoque de la enseñanza! Yo no tengo por qué ser responsable de utilizar las TICS en el aula. Eso para otros.

No entra en los pensamientos de esa joven profesora la gran motivación que supondría para su clase que introdujera un ordenador como herramienta de trabajo. Claro que para ello necesitaría primero pensar una actividad, definirla en condiciones y guiarla con cierta soltura.

Se ha parado a pensar esta especialista en Educación Plástica, que el pensamiento lógico, una actitud crítica (tan imprescindile para poder acercarse al Arte), un comportamiento social y cuidadano no tienen cabidas en unas clases expositivas y magistrales como la que imparte los viernes. ¡Qué más da que los alumnos y las alumnas se expresen, dialoguen e intervengan si a ella lo que le interesa es que estén lo más calladitos posible en su hora!

No hay comentarios:

Publicar un comentario